“Un sorprendente acontecimiento llamaba por entonces muy particularmente la atención en Castilla: en un frondoso y espeso bosque no muy distante del pequeño pueblo de La Aguilera, advirtieron por espacio de muchas noches sus moradores, un maravilloso resplandor, que formando una refulgente columna de luz, parecía descansar su extendida base en el fondo del bosque, elevándose en forma piramidal hasta perderse en el espacio. Este extraño fenómeno, reproducido por mucho tiempo, llenó de asombro a los sencillos habitantes de las aldeas y pueblos circunvecinos quienes, atribuyéndole a una causa sobrenatural y divina, se apresuraron a ponerlo en conocimiento del Ilmo. Sr. D. Pedro de Frías, obispo de Osma, a cuya diócesis correspondía el pueblo de La Aguilera”.
Matías Sangrador Vítores. Vida de San Pedro Regalado. Oviedo, 1859, pp. 31 y 32.
Pedro de Frías nació a mediados del siglo XIV y siendo obispo de Osma fue nombrado cardenal en 1394, murió en Florencia en 1420.
La Aguilera pueblo a unos 10 kilómetros al norte de Aranda de Duero (Burgos).
“El dia dos de Noviembre á las 11 y 30 minutos de la noche, observé yo desde este Orizonte Salmantino, en la parte mediana, entre el signo de Cancer, y el Leon, y parte de la constelación, de Virgo, un estupendo Globo de fuego, tan sobervio como el edificio mas fastuoso de la Corte: estaban colaterales á este Promontorio dos ráfagas, ó columnas, que á la vista, me pareció que subían, y baxaban, y adquirían con el movimiento mayor luz, y claridad. El color de las columnas era vario, por que yá aparecia verde, yá encarnado, y en la cima superior del Globo, se registraban dos grandes llamas cerúleas, y del color del fuego. La tierra, me pareció que vomitaba al infierno que tiene en sus entrañas, según las arqueadas de lumbre que despedia á las dos de la mañana, que á esta hora se encendió todo el Globo, y se unieron las columnas, y su duración fue hasta las quatro y media. Esto es lo que yo he visto”.
Diego de Torres Villarroel. Cathedratico de Prima de Mathematicas en la Universidad de Salamanca. Juicio, y pronostico DEL GLOBO, y tres columnas de fuego, que se dexaron ver en nuestro orizonte español el dia dos de Noviembre de este año de 1730. Madrid, 1730, p. 14.
Ángel Manuel González Fernández, diciembre de 2010.
Matías Sangrador Vítores. Vida de San Pedro Regalado. Oviedo, 1859, pp. 31 y 32.
Pedro de Frías nació a mediados del siglo XIV y siendo obispo de Osma fue nombrado cardenal en 1394, murió en Florencia en 1420.
La Aguilera pueblo a unos 10 kilómetros al norte de Aranda de Duero (Burgos).
“El dia dos de Noviembre á las 11 y 30 minutos de la noche, observé yo desde este Orizonte Salmantino, en la parte mediana, entre el signo de Cancer, y el Leon, y parte de la constelación, de Virgo, un estupendo Globo de fuego, tan sobervio como el edificio mas fastuoso de la Corte: estaban colaterales á este Promontorio dos ráfagas, ó columnas, que á la vista, me pareció que subían, y baxaban, y adquirían con el movimiento mayor luz, y claridad. El color de las columnas era vario, por que yá aparecia verde, yá encarnado, y en la cima superior del Globo, se registraban dos grandes llamas cerúleas, y del color del fuego. La tierra, me pareció que vomitaba al infierno que tiene en sus entrañas, según las arqueadas de lumbre que despedia á las dos de la mañana, que á esta hora se encendió todo el Globo, y se unieron las columnas, y su duración fue hasta las quatro y media. Esto es lo que yo he visto”.
Diego de Torres Villarroel. Cathedratico de Prima de Mathematicas en la Universidad de Salamanca. Juicio, y pronostico DEL GLOBO, y tres columnas de fuego, que se dexaron ver en nuestro orizonte español el dia dos de Noviembre de este año de 1730. Madrid, 1730, p. 14.
Ángel Manuel González Fernández, diciembre de 2010.